Que camino depara la palma de tus manos, te mueves entre vegetales de duro tallo, mirada sabia de ojos que llaman, pisas el pasto al amanecer, a donde van esas hermosas piernas dejando estrellas en vez de huellas, sigues la ruta de tus senos que acarician el viento, el fuego del candil de esa cintura provoca un tambor batiente, una hoja de otoño toca tu puerta acompañada de un lirio y un jazmín.
